viernes, 31 de julio de 2015

Beach Boys Forever

Alguien me dijo que si la gente escuchara más a los Beach Boys, este sería un mundo mejor. Es un buen consejo. También es una buena terapia hablar sobre ellos. Contar cosas que no son muy conocidas o que han pasado desapercibidas.

1966 fue un año especial para ellos. Good Vibrations era un gran éxito alrededor del mundo y sus conciertos en Inglaterra habían sido uno de esos acontecimientos que aún hoy se recuerdan por sus fans. Brian Wilson sonreía con un titular de un periódico británico: "Los únicos rivales de Los Beatles vienen a Inglaterra y toman el aeropuerto por sorpresa." Ya se sabe que Brian tuvo su época de obsesión por The Beatles y que escuchó muchísimo el Sgt Pepper y el White Album... pero Brian también tenía otra obsesión: era la pared de sonido de Phil Spector. Él oía algo parecido en su cabeza.

Cuando Brian obtuvo los primeros éxitos, Capitol Records le dió carta blanca para ejercer de productor de otros grupos y así darle salida a sus composiciones. Wilson ejerció de Spector en diferentes sesiones para nombres como Rachel and The Revolvers, Sharon Marie, The Survivors, The Honeys, American Spring (...en estos dos últimos estaba quien sería su esposa hasta 1978: Marilyn Rovell) entre los años 1962 hasta 1965 y con canciones firmadas por Wilson junto a nombres como Mike Love, Gary Usher, Van Dyke Parks y otros. Esta fue realmente la forma de empezar a experimentar con los estudios de grabación, y estas sesiones primerizas le llevarían a algunos de sus futuros éxitos, como el ya nombrado Good Vibratrions, por ejemplo.


De vuelta a Beverly Hills y a la casa de Brian, todo el mundo quería trabajar con él: el fabricante de números Uno. The Beach Boys crearon ese 1966 su propio sello: Brother Records. Un año antes que el sello de los Beatles, Apple Records. Había sido una idea de un ejecutivo discográfico llamado David Anderle, buen amigo de los chicos de la playa. Esas dos palabras: "Beach Boys" era como un encantamiento mágico. Podían ser cualquier cosa; una marca de fábrica, unos dibujos animados, una clase de tabla de surf, una película... La lista sería interminable. Brian prefería estar ocupado desarrollando ideas para futuros lp's; sobretodo dos ideas volaban en su cabeza. Un disco de sonidos acuáticos, es decir lo que oye un surfero en el tubo o algo parecido; y después lo que tenía que ser la continuación del Pet Sounds, y que se iba a llamar Dumb Angel, pero que al final se llamó Smile. Brian Wilson creía firmemente en el poder curativo de la risa. Este disco iba a ser editado en el mes de Diciembre de 1966, pero esos cachitos de música, esa especie de puzzle que solo estaba en su cabeza no terminaba de encajar. Solo Wilson y Van Dyke Parks sabían que aún faltaba tiempo. El resto del grupo pidió explicaciones. Pidió razones y Brian, simplemente, no supo qué decir.

El resto de la historia es más conocida así que llega el turno de una elipsis narrativa. Retazos de historia, saltos en el tiempo. El sonido de las olas rompiendo en las piedras...

Carl Wilson murió en 1998; exactamente el 6 de Febrero. Todo era misterioso en Carl. Era un gran compositor de canciones pop, era el que le ponía cordura a todo aquello... Era el hermano de hermanos, el que siempre quiso tener un grupo de rock and roll. Siempre estuvo en medio de Brian y los demás. Pero llegó un momento en que se hartó de todo lo que le rodeaba. Las olas ya no eran lo mismo y él era el único surfero del grupo. Se cansó de tomar LSD y hasta se hartó de Brian Wilson. Carl pensaba que no tenía tanto talento como los demás pero tenía carisma; Carl era el que hacía reir con sus bromas a Mike Love, Al Jardine y a Brian... pero después se peleaban y se odiaban. Él no era especial, él no era guapo y no se veía simpático. Su figura estaba oscurecida por los demás, eso es lo que pensaba Carl... Millones de seguidores de los Beach Boys no pensaban como él. Para sus fans, Carl era el verdadero alma del grupo y Carl siempre lo demostró. Cuando los ejecutivos de la Capitol mantuvieron un pulso con la banda por no entregar material que les gustase, el único que se mantuvo firme quien fue??? Sí, fue Carl.

Se atrevió a publicar el lp So Tough, un disco que fue editado con el nombre de Carl and The Passions; es decir The Beach Boys, y en donde compuso un tema a medias con Jardine y Love.

Era el año 1972 y se suponía que las cosas seguían cambiando. Diez años después de aquel disco, Carl se decidió por fin a sacar discos con su nombre. Era el momento en que el resto de sus compañeros habían dejado claro que la banda ya no era lo más importante en sus vidas... o eso creía Carl.

Carl Wilson y Youngblood vieron la calle en 1981 y 1982, respectivamente. Dos grandes discos encantadoramente pop. Dos miniaturas de Pop Barroco y Rock casi adolescente y maduro a la vez. Unos grandes arreglos que eran como un guante para las canciones y la voz de Carl.

Esa pasión por la música, esas ganas de divertirse y bailar. Buenas vibraciones. Beach Boys para siempre. La Vieja Ola te da las gracias por hacer la canción más bonita del mundo...

BEACH BOYS PARA SIEMPRE.

miércoles, 29 de julio de 2015

Los Cheyenes. Barcelona 1966

El cineasta genial Rovira Beleta rodó unas estupendas películas en la Barcelona de finales de los 50 y principios de los 60. Para la época en la que estaban rodadas, tenían unas cargas de profundidad dignas de mención. En ellas se retrataba una ciudad Condal medio vacía, húmeda y seca a la vez. Desde ya, los barrios altos eran elegantes y lo que hoy es la parte antigua era el centro de reunión de vagos y maleantes, chulos y prostitutas, marineros y poetas, pintores locos y escritores ensimismados, gente joven tratando de divertirse y de huir de lo establecido y gente trabajadora y humilde.

1962 es un año como otro cualquiera y al mismo tiempo es el año. Es el año de la creación de El Gran Musical y en la televisión todo el mundo está enganchado al Esta es su vida, durante unos meses hay un estado de excepción con un montón de policía por la calle, las huelgas mineras en Asturias son portada en los periódicos, así como la muerte de Indalecio Prieto, hay inundaciones por todo el país y García Hortelano publica la estupenda novela Tormenta de Verano, la Caballé debuta en el Liceo Catalán y en el barrio barcelonés de Poble Sec unos muchachitos de entre 14 y 18 años empiezan a ensayar juntos con varios instrumentos de segunda mano que les habían comprado los padres en las últimas navidades.

Son los hermanos Vercher: Robert y Joselín, y su colega de toda la vida, Josep María Garcés, a los que se les une de vez en cuando otro chico del barrio y se ocupa de la batería.

Otro amigo común, Ramón Colom, batería de Los Flaming Stars, un grupo del barrio, les da algunas lecciones de guitarra y bajo... y al marcharse el batería, él ocupa el puesto. Es el único que ha tocado alguna vez. Ya solo falta el nombre, que se los pone uno de los padres pensando en que aquella moda del grupillo no llegará muy lejos y no va a durar: -"¡¡Ya se cansarán de hacer el indio!!- dice.

Así nacían Los Cheyenes. Los ídolos donde mirarse eran los pioneros del Rock en España. Nombres como los Teen Tops mejicanos, ya sabes: Aquí viene la Plaga, Popotitos y todos aquellos singles y Ep's de Fontana y CBS, también estaban los Llopis cubanos que eran Ñolo, Frank, Leandro y Manolo y sus discos en Polydor y Zafiro... La Puerta Verde, por ejemplo, también escuchaban las primeras canciones de Adriano Celentano. Por supuesto, aún no conocían a los Beatles y mucho menos a los Rolling Stones. El grupo de moda en la ciudad eran The Shadows, y con ellos, con sus discos escuchados repetidas veces aprenderán los trucos y las notas necesarias para las guitarras.

Asisten a un concierto de Los Pájaros Locos, uno de los primeros combos de Barcelona, antes que Los Sirex y Los Mustang. Piero Carando pasó por este grupo y algo más tarde fundaría Los Gatos Negros.

Los Pájaros Locos eran los típicos hijos de papá que en algún momento dejaron la música pero en directo eran unos músicos estupendos. Hacían versiones de hits italianos, algún twist y, timidamente, algún rock de Elvis. Con el tiempo se acortaron el nombre a Los Pájaros y, casi sin quererlo, fueron los que abrieron el camino para Los Cheyenes y otros grupos que surgieron.

Tras ensayos y más ensayos, 1964 es el año clave. Tanto en lo musical como en lo estético. Empiezan a ser asiduos del San Carlos Club, el mejor Club de Barcelona para la gente joven. Y su pelo crece... y crece... Y están un año sin cortárselo, lo que era ya un signo de revolución como lo era en el extranjero. Los Cheyenes fueron los primeros en darse cuenta de que ahí fuera las cosas estaban cambiando. Ese famoso salto generacional entre adultos y jóvenes era ya una realidad. Cambiar las cosas que odias. Los Cheyenes dieron un paso adelante y fueron valientes... mucho más que otros grupos que no venían del Poble Sec.

La nueva música les llegó por medio de las extranjeras que pasaban sus vacaciones en las playas de la Costa Brava catalana. Hasta ese momento hacían lo que buenamente podían eligiendo de aquí y de allá, pero fue con algún envío de Correos y con regalos de finales de verano, con lo que empezaron a caer en sus manos Ep's y Singles de los Stones, de los Kinks, los Animals o los Pretty Things. Así se dieron cuenta de que no eran adultos sino gente joven como ellos.

Después de coger experiencia en directo, empiezan a ir por las discográficas para hacer pruebas de grabación. En EMI no les hacen ni caso. Tras una actuación en Radio Miramar, un relaciones públicas de la RCA llamado Pedro Heredia consigue el teléfono de la casa de uno de ellos y les hace una llamada, diciéndoles que son un grupo interesante.

Tres días después son invitados a tocar en un festival que se celebra en el Palacio Municipal de Deportes de Barcelona. Allí están también los Marshalls, los Sirex, los Tiburones, los Warner, y otras bandas. Antes del concierto Pedro Heredia vuelve a hablar con ellos y les parece un tipo honesto.

Tras la actuación de Los Cheyenes en aquel concierto, hasta cinco casas discográficas les ofrecen un contrato, incluso alguna de las que les había rechazado, pero el grupo se queda con RCA, que sí les habían querido hacer una prueba y mostraron interés desde el principio. Firman un contrato de cuatro años.

En Mayo de 1965, tras 11 meses de existencia real de la banda, se edita el primer E.P. llamado: ¡El Estallido!. El disco comienza con lo que fue un gran éxito a nivel comercial en toda España, Válgame La Macarena, y que seguía el estilo de canciones al estilo beat español como el Flamenco de Los Brincos, pero que tenía un inconfundible toque Kinks.

Después estaba No Me Esperes, mezcla de R&B y sonido Beatle. Estas eran dos canciones de un compositor de música ligera llamado Jorge Domingo. En la cara B hay una versión del Come On Now de los Kinks que ellos titularon Ven Ahora, y otro tema que es el primer original cheyene, Lloré Por Ti, escrita por Robert Vercher y J.M. Garces, una balada en plan Merseybeat de Liverpool.

Reciben buenas críticas pero no se hacen tan conocidos como otras formaciones, y es que no eran tan formales. ¡¡Esos pelos!! En fin, la RCA monta un paripé en Radio Madrid para que se les corten esas melenas y así tener mayor aceptación y audiencia. La gracia es que seguían teniendo el pelo larguísimo para la época.

Participan en otro gran Festival celebrado en Barcelona que se llama Gran Gala Internacional Disquiniela, y junto a ellos están: Los Aquiles, Los Tenues, Los Crickets, Alex y Los Findes, Los Salvajes, Los Young Boys, Los Botines, Los Pájaros Azules, Los Dracs y Josecho y Los Sakings. Fueron dos días de conciertos y con artistas invitados como The Moody Blues y The Animals, recién llegados desde Inglaterra.

Los Cheyenes hacen una vibrante actuación y cuando todo el público estaba de acuerdo en que eran los ganadores, el jurado entrega el premio a unos correctos Pájaros Azules y ellos quedan segundos. La polémica se hizo palpable en la revista Fans, a donde llegaron las cartas de los seguidores de uno y otro grupo. También Los Salvajes merecieron algo más. Este tipo de problemas ya fue algo que se repitió en los años siguientes.

La verdad es que Los Cheyenes tocaban muchísimo en directo. Más de 120 veces en Cataluña y, de vez en cuando, en el resto de la Península. Lo máximo que llegaron a cobrar fue 40.000 pesetas por concierto. Reunieron para comprarse un buen equipo y tocaban a todo volumen, incluso alguna vez rompieron unas vidrieras cerca del escenario. Sus actuaciones solían durar unos tres cuartos de hora y, aparte del material propio, solían tocar versiones de los Stones, que era su grupo favorito... ¡a veces sus discos enteros!, pero también canciones de Beatles, Kinks, Pretty Things, Dave Clark Five, Who, Byrds y otros. Si el público era joven y con aquel volumen tan fuerte, llegó a haber momentos de mucho entusiasmo y rompían las sillas de la sala para poder bailar, o quemaban una papelera o un banco... pero todo era muy inocente, simplón como una gamberrada.

Los problemas de Los Cheyenes se hacían reales en las fiestas mayores de los pueblos. Su recién empezada popularidad les había hecho famosos, sobre todo por los pelos largos, así que les contrataban para tocar. Era un público mayor, matrimonios, pueblerinos y demás que esperaban los típicos pasodobles y demás piezas clásicas de la charanga nacional. Y allí estaban Los Cheyenes, con los Stones como bandera... "Maricones, cortaos el pelo", "Melenudos", "Degeneraos", "Hijos de puta", "Rojos"... les gritaban de todo. Pero... Los Cheyenes no eran el típico grupo y se defendían, contestaban los insultos desde el escenario y hacían cortes de manga, aparte de que los pies de los micrófonos eran unos bates de beisbol perfectos para darle a las botellas que les tiraban... Hubo más de una vez que se llegaron a defender a base de guitarrazos. Entonces solía venir la Guardia Civil y la pelea acababa. Acababa la actuación, les pagaban... o no, y Los Cheyenes se iban.

Hay anécdotas aún más salvajes, como cuando Joselin entró en una cafetería de La Ramblas a tomarse una cerveza y no se la quisieron servir por la pinta que llevaba. Joselin sacó una cadena de su pantalón y rompió las puertas del local que eran de cristal. Punks de los 60 en España. Así eran los Cheyenes.
  • Roberto Vercher: voz y guitarra solista
  • Josep Maria Garcés: voz y guitarra rítmica
  • Josep Vercher: voz y guitarra baja
  • Ramón Manel Colom: voz y batería
En noviembre de 1965 sale el segundo E.P. para la RCA y ya la portada lo dice todo. Esas fotos de J.M. García son impagables... y en el texto de la contraportada se atrevían a llamarles "Conjunto Ye Ye"!! Otro impacto de Los Cheyennes!! En la cara A del vinilo suena el Conoces el Final, tema propio compuesto por el dúo Robert Vercher y Josep Garces, todos unos compositores de buenas canciones de beat, dos minutos y cinco segundos de R&B con buenas guitarras, esas paradas y geniales coros. Musicalmente es un tema perfecto, redondo.


Le sigue el Y Olvídame, una versión del You know he did de Los Hollies; tres acordes instantáneos y una gran batería de Ramón, armonías vocales y guitarrazos. Otros dos minutos maravillosos y los Cheyenes hablándoles a las chicas, odiándolas y amándolas. La mayoría de ellas solía asustarse por las melenas y su manera de vestir... pero ellos, a pesar de todo, eran unos chicos con sentimientos nobles.

En la cara B de ese E.P. estaba otra canción de Jorge Domingo, el compositor que les colocó la RCA, pero que les escribió canciones que les gustaron como esta Devuélveme el corazón, que recuerda muchísimo a los Pretty Things con ese riff salvaje de guitarra y voces conjuntadas, excitante y con ritmo. Otro 10.

Otra vez el material original para la última canción que se llama ¿Por qué te fuiste?, de Vercher-Garces; Una joya psicodélica, fascinante, melancólica y desgarradora. Robert la escribió basándose en una experiencia personal. Una extraña balada psicótica que habla de la desesperación de un joven que ve morir a su novia en sus brazos. Me recuerda a ciertos temas de los Downliners Sect y, quizás sea su obra maestra. 2 minutos y 48 segundos de experimentación inédita para esos días y que entraría perfectamente en cualquier recopilación de los Pebbles o Nuggets. Pero no. Son Los Cheyenes... y esa coda final con las frase... "Sus ojos con su triste mirar, nunca la olvidaré... ¿Por qué te fuiste tú?" Tremendos!!

En 1966, Los Cheyenes ya son uno de los mejores grupos a nivel nacional, pero si no contamos a sus amigos y a sus fans, el resto de la sociedad española sigue mirándoles mal por su look y sus ideas. Allá donde iban tenían problemas con cierto público y la policía. Les detenían y la casa de discos pagaba la fianza. Seguían dando miedo a mucha gente y a diferentes niveles. A pesar de todo, 1966 fue su mejor año, por lo menos en su ciudad: Barcelona. Surgían grupos por todos lados y la gente joven se movía. En las discotecas del momento solo se escuchaba música en directo, no se habían implantado aún los equipos de música, tampoco los DJ's de Club nocturno.

Todos los grupos querían tocar en vivo. Los dos clubs más importantes eran El Pinar que estaba en su barrio: El Poble Sec. Tocar allí y triunfar era el signo inequívoco de que el grupo era importante. El público del barrio que asistía era capaz (y así lo hizo alguna vez) de parar el concierto y echar al grupo de mala manera. Los Cheyenes, jugando en casa, triunfaron allí varias veces y sus conciertos eran de los más esperados. Aún son recordados hoy.

El otro club era el Tokyo, situado en la Gran Vía. Tenía dos grandes pistas de baile con escenario incluido y podían tocar dos grupos a la misma vez, intercambiando canciones. Cada noche se podía ver a varias bandas... hasta cuatro. Otros locales famosos fueron el Doble Cero (el agente Secreto o... el tipo de haschiss?), y el ya nombrado San Carlos Club, donde tocaron y triunfaron por primera vez.

El grupo español favorito de Los Cheyenes eran: Los Nova, banda de Barcelona que hacía blues y que no llegaron a grabar nada que yo sepa. También tenían una especie de competencia amistosa con los Salvajes, con los que llegaron a compartir local de ensayo. A la hora de los conciertos, hubo cierto pique entre las bandas. Por lo menos en aquel momento, Los Cheyenes ganaron la batalla del purismo salvaje... pero sus verdaderos enemigos eran grupos como Los Sirex o Los Mustang, a los que consideraban unos horteras, unos blandos al servicio del sistema con aquella música melódica que les ponía de mala hostia. A estas alturas de la película ya deberías saber quién se hizo más famoso con su maldita escoba y sus versiones de Los Beatles y con esas malditas galas nostálgicas... Vale, vale... siendo justos, también estos grupos, cuando se zafaron de la corrección política, grabaron cosas interesantes, sin duda. Comparados con ellos, Los Cheyenes editaron un número reducido de grabaciones, teniendo en cuenta que en esos momentos el negocio musical en España funcionaba bastante bien. Ya puedes imaginar las razones.

En febrero de 1966, RCA edita un single con dos temas. Composiciones originales del grupo que demostraban su talento y versatilidad. En la cara A estaba He Perdido Este Juego, basada en el Everyody Need Somebody To Love de Solomon Burke y en la que el grupo sonaba desatado. Riffs de guitarras tremendos, distorsión y un sólo de armónica lleno de veneno. Increíble sonido y la voz de un loco.

En la cara B estaba Tú No Llegaste a Mí, ejemplo claro y pionero de Folk Rock vía Los Byrds (dylanized Beatles). Otra de sus obras maestras con esas guitarras, esas voces, la batería, la despechada letra... un clásico maravilloso y brillante del que estar orgulloso Cheyenes. Tres meses después, Junio de 1966, sale a la calle el último E.P.; considerado el punto culminante de su carrera y con cuatro canciones escritas por ellos. No Pierdas el Tiempo parece sacada de cualquier disco británico de la época y es un pedazo de exquisito Pop sublimada sin nada que envidiar a ninguna otra banda.

Después estaba el tema Estoy Triste, una semi balada Cheyene en donde demostraban a dónde podían llegar como músicos en versión acústica.

En la cara B estaba el famoso Bla, Bla, Bla en donde se podía oir... "Crees que tú no cambiarás y es un gran error. Piensa bien lo que has de hacer, no escuches a nadie más..."; una mezcla entre Los Pretty Things y The Sorrows con guitarras brutales y electricidad estática... La letra no gustó demasiado en ciertos círculos y estuvo a punto de ser censurada.

Eres Como Un Sueño era el otro tema que acababa el disco, ejemplo de su cara más suave, si es que la tuvieron, y que servía para dejar una puerta abierta a todos los nuevos sonidos que estaban llegando desde el extranjero.


Dentro del anecdotario Cheyene de la presentación de alguno de estos discos, destaca aquella que habla de una tarde en el Hotel Presidente, en la Avenida Diagonal de la Ciudad Condal. Estando en la rueda de prensa, una señora de cierta edad y de clase alta no paraba de hacerles preguntas impertinentes. La toma con Joselin y le dice cosas como: "Tienes las pestañas tan grandes que te van a tomar por una chica, ¿Tú te lavas el pelo todos los días?"; y así durante un buen rato. Se suponía que estaban allí para hablar de música. En un momento de despiste general, Joselin se pone detrás de la señora y, tras avisar a un amigo que aparece con una cámara de fotos, le levanta la falda a la señora pero muy despacio para que no se de cuenta. Unas semanas después, Joselin le envió una foto a la señora con una nota que decía: "Yo me lavo el pelo dos veces diarias, pero dudo mucho que usted se cambie las bragas más de una vez a la semana". Ahí queda eso.

Entre el final de 1966 y el principio de 1967, los problemas entre los Cheyenes y la RCA ya no se pueden esconder, aparte de los organizadores de conciertos que se han aprovechado de ellos todo lo que podían y también la maldita censura. Su editora discográfica manejaba a escondidas del grupo. Ya había intentado meter mano a ciertos textos de las letras, y desde el principio les impusieron canciones. Aquellos cuatro años de contrato firmados significaban que el grupo renunciaba a sus derechos y se tenían que dejar manejar, por lo menos en los estudios.

Es milagroso que esos vinilos de Los Cheyenes mantengan esa fuerza con la RCA de por medio. Incluso llegaron a entregar material propio de Los Cheyenes a otros grupos como Los Rokes italianos, y en el colmo de la caradura, firmarla como si fuera suya.

Televisión Española les censuró y no salieron en la pequeña pantalla. Se negaron a peinarse. Me imagino al censor de turno persiguiéndoles con un peine y algo de gomina, seguramente un cura...!! Y Los Cheyenes corriendo por los pasillos de la televisión de todos!!

1967 tuvo cosas buenas y cosas malas. Ramón Colom se vuelve un hippie pasota y no asiste a los ensayos... Vamos, que tiene novia. Así que le sustituye el batería de Los Cíclopes, Fernando. Después es Robert el que tiene que irse al servicio militar, pero las peleas entre todos ya eran algo normal y una realidad. El nuevo cantante será un fan de los Pretty Things que se sabe todas sus canciones y que canta estupendamente; Michel se llama.

Cansados de todos estos follones, suspenden los conciertos que tenían contratados y se van a una comuna en Ibiza, tocando para los hippies ingleses que estaban en la isla. Estando allí, abandona Josep Mª Garces, que se va con una novia que le da un ultimatum -o vuelve a Barcelona o me voy a Alemania-. Entra un nuevo guitarrista que viene de Asturias y que es amigo del nuevo cantante Michel, se llama Jose Luis Moro.

Éste es el quinteto que en Mayo de 1967 graba y edita el que sera el último single con una RCA que casi les obliga con amenazas de denuncia.

Borracho es una broma burda y mediocre, escrita como una tomadura de pelo hacia la casa discográfica, una especie de venganza, eso es.

En la cara B está Siguiendo el Sol, que es una canción lenta y llena de rock progresivo que no iba con ellos... Así que, deliberadamente, son dos canciones prescindibles. Lo que es gracioso es que a la RCA le encantaron estas dos canciones que no representaban en nada lo que estaban haciendo en los ensayos en ese momento.

Al regresar Robert, volvieron a actuar en Cataluña y en estos últimos meses de existencia sonaban fantasticamente bien en vivo, tal vez su mejor momento musical. Seguían con los Stones, los Who y ahora con Jimi Hendrix y Cream. Estaban muy metidos en el Blues Rock después de haber pasado por Ibiza.

Lo más real es que todo había cambiado, incluso Barcelona era diferente. El público les pedía canciones Pop y otra morralla tradicional de la más comercial. Los Cheyenes seguían negándose a tocar ese tipo de música y sintieron que se les había perdido el respeto.

La separación amistosa llegaría unas semanas después. No grabaron más, aunque la RCA se lo exigió. Nunca una despedida ha conllevado tal alegría. Había acabado la historia de Los Cheyenes, una de las mejores bandas de lo que se llegó a conocer como LA ÉPOCA DORADA DE LOS CONJUNTOS EN ESPAÑA. La diferencia es que ellos lograron ser pioneros hasta el final. Ellos borraron del mapa el mundo que les rodeaba. Todo este tiempo después se puede decir que Los Cheyenes fueron los mejores y no se dejaron comprar por nada, ni por nadie... y que se merecen 1000 artículos como éste.

"LOS INDIOS CHEYENE SE LLAMABAN A SÍ MISMOS: LOS SERES HUMANOS." (oído en un Western)

Un artículo del Ecos de Sociedad para La Vieja Ola Cheyene Social Club!!

Agradecimientos: Los Cheyenes, Carlos Borras, Vicente Font Ribera