viernes, 7 de agosto de 2015

Capítulo 34

¿Dónde se podía comprar la mejor ropa americana en Inglaterra?

No, nunca voy a olvidar aquel verano del 65 y aquella tienda en Richmond llamda The Ivy Shop. El nombre estaba tomado de aquellos uniformes escolares que después serían copiados por todas las firmas de ropa británica, Ben Sherman incluida.

Durante aquel verano, modernistas de todo el país pasaron por la tienda y allí estaban John, Pete y todos los demás. Éramos como una especie de familia con todo lo bueno y todo lo malo.

Aquel verano estábamos todos tan elegantes en nuestro estilo veraniego que dábamos envidia hasta a los seguidores de los clubs de fútbol que nos encontrábamos en el 140 de Ruislip. Sí, los que no teníamos moto teníamos que tomar el autobús número 140 que te dejaba en la esquina cercana al Lido.

Por lo menos, no teníamos que llevar cargando la parka en aquellos días de calor y placer. Era parte del secreto que muchos no sabían. Tomábamos algo de algún uniforme y así, ya lo hacíamos nuestro. Loafers, Wingtips, Mohairs, Sta-Prest, Harringtons... ya nuestros para siempre.

Ahora solo hay burdas imitaciones, como las de los Brook Brothers, y echo de menos aquellos días del verano, tomando el sol en la Lambretta de Steve y con la típica discusión entre nosotros: La única preocupación de aquellos días era opinar si vestía mejor Ronnie Lane o Steve Marriott. Realmente, eran los días en que ni el Rod The Mod era uno de nosotros.

Si entrabas en la tienda, ya sabías que ibas a ser único. De eso se ocupaban John y Jeff, así que yo miraba todo con los ojos abiertos como platos y pensando en guardar parte de el sueldo mensual. Adoraba esos instantes de la mañana después de tomar el café en el L'Auberge y abrir la tienda, aquel fantástico olor de la ropa... Sí, aún lo recuerdo.

Empezaban a sonar discos de Tubby Kayes y grabaciones de Ronnie Scott, y el día se hacía más corto, deslizándose suavemente pero lleno de conversaciones y sonidos. Todo era tan intenso.

Por la noche, estrenábamos algo en el Florida, o en el Flamingo por supuesto! Pero si te digo la verdad yo prefería el Mapleton o el Liceo. Más diversión, menos pose. Y siempre soñando con volver a la tienda al día siguiente, allí en la mítica Ivy.