Historia del Ecos

La idea de hacer un fanzine para Mods surgió tras un viaje a Inglaterra en el año 1980. Recuerdo perféctamente que cuando me vine ya tenía esa idea en la cabeza. Había vuelto siendo una mezcla entre skin y rude boy, con mi pelo corto, una parka y una chaqueta con interior de esa tela de dibujo escocés. Empezaba a investigar en la música de los años 60, y en aquellos primeros vinilos que me compré, ya empezaba a firmar como ‘Javi el Mod’. Era el año 1982 y ya me consideraba mod.
La famosa película de Franc Roddam también tuvo que ver. Descubrir a The Who y toda aquella música negra fue un todo. Esos fueron los primeros momentos de gestación del fanzine. Hasta esos momentos, no conocía a nadie en las islas que estuviera interesado en ese mundo… pero entonces conocí a dos personas que llevaban unos años en la isla y que venían de Huelva. Eran los hermanos Machado: Fernando y Tomás. Ellos fueron los primeros mods que conocí.

En 1984, y tras cientos de conversaciones en un parque de Santa Cruz de Tenerife, la idea de hacer un fanzine para mods abiertos y en constante evolución estaba en la mesa. Poco a poco, con más pasión que cualquier otra cosa, hablamos de lo que queríamos hacer, y de como hacerlo. Era difícil, ya que aún no habíamos contactado con mods de otra parte de España. Abríamos camino sobre la marcha… Ingenuos y con muchas ganas. Todo era divertido y nuevo en aquellos días.
Teníamos muy claro varias ideas. El formato A4, los contenidos, lo que ibamos a hacer cada uno de nosotros, todo. Está claro que la idea original habia sido mía y que iba a ser yo el que se ocupase de muchas cosas, pero tanto Fernan como Tomás, eran parte clave de todo aquello. Ideólogos, editores y amigos.
El nombre del Ecos de Sociedad también tiene su historia. Por aquellos días, yo tenía mis contactos entre varios punks de La Laguna, ciudad antigua al norte de la isla. Uno de ellos era ‘El Buitre Colgado’, un punk que hacía sus primeros pinitos tocando la batería que se había comprado y con la idea de formar una banda como los Sex Pistols, The Clash o The Damned.
En una de nuestras salidas en la noche lagunera, le hablé de que estaba comenzando a hacer un fanzine para mods, pero que aún me faltaba el nombre… Y entre bromas, pegamento y cervezas salió el nombre que le iba a poner a su banda, si es que algún día la llegaba a tener… Ese nombre era Ecos de Sociedad.
Así fue como salió el nombre del fanzine, sin más. Después hay otras historias, ya leyendas, sobre el nombre del Ecos. Por supuesto, tenía que ser un nombre que hablara un poco de nosotros mismos… Eran los ecos de sociedad de la Escena, eran los ecos de las canciones que nos gustaban, incluso llegué a ver un single en una feria de discos de Barcelona de un grupo que se llamaba ‘Ecos de Sociedad’… pero puedo jurar que no era el grupo de mi amigo!! También queríamos un nombre que fuera en español y que, realmente dejara muchas cosas sin decir… y que para el que lo viera fuera algo llamativo.
Así fue como nació el Ecos de Sociedad, un fanzine mod con espíritu punk.
Llegó 1987 y, por fin, salió el primer número del fanzine… En la portada se veían algunos animales y una frase: Vamos a quemar vuestras frecuencias… Los animales era una alegoría a la gran mayoria de la gente que solo oye música comercial, de dudoso gusto, aunque vendan millones y salgan en todas las radios y televisiones. A partir de ese momento, los números del Ecos se fueron sucediendo uno tras otro.
La maquetación final estaba a mi cargo, la imagen y los bordes de las hojas… todo lo visual del Ecos era labor de Tomás, también conocido como ‘El viejo Tom’, y los artículos y otros contenidos eran cosa de Fernan y mía. Los artículos eran mecanografiados y solo algunas cosas estaban escritas a mano, así que eran como el resto de otros fanzines para mods que ya empezábamos a tener en nuestras manos. Sobretodo modzines ingleses, pero también los primeros fanzines modernistas llegados desde Barcelona, Madrid, Valencia, Bilbao, Sevilla, etc.
Hacíamos el fanzine original y después le sacábamos fotocopias, nos quedaban unos cincuenta ejemplares que enviábamos fuera de la isla, donde ya estaban la mayoría de lectores y amigos y también solíamos llevar algunas copias a los locales nocturnos de moda en la isla en aquellos momentos.


Nos inventamos el nombre de una productora para todos estos proyectos: Producciones La Lechuga, que era un nombre bastante punk, tanto en estética como en ideología. Punk del 60, claro. Los fanzines fueron creciendo en contenido y en páginas, nos fuimos centrando en lo que más nos gustaba. El mundo mod, la música de los 60 en todos sus estilos, el Jazz y el Soul, los grupos que ibamos descubriendo en aquellos primeros días de agitación.
Al principio, sacábamos un fanzine cada pocos meses y así llegamos hasta el número 9, del que llegaron a hablar en los periódicos locales y que tenía una preciosa portada con una modelo llamada Margot y la palabra “Modernismo” en una de las esquinas…
A partir de ese número, los fanzines fueron creciendo en páginas. Ya teníamos contactos en diferentes partes de España y del mundo, teníamos lectores fieles!! Nos escribíamos con otros editores de fanzines en toda la península, pero también en los Estados Unidos y en Inglaterra, incluso en Italia o Alemania. Escribíamos largos artículos de varias páginas, todo nos lo tomábamos en serio.
Llegamos a hacer unas camisetas con unos diseños exclusivos de Tomás y del escudo del Ecos… Claro!! El Ecos tenía su propio escudo… como un club de Norhern Soul o un Scooter Club que se precie.
Lo siguiente fue la música… Nos inventamos una especie de distribución de cintas con música de los años 60 llamada (topicazo): Colgados de Los 60. Nuestra colección de vinilos había crecido con el paso del tiempo y queríamos compartirla con todo el mundo… Solo estábamos haciendo lo mismo que hacían otros fanzines de la época.
Ya habíamos llegado al principio de la década de los 90. Los números 11, 12 y 13 del Ecos de Sociedad fueron unos ejemplares mastodónticos… con muchas páginas y llenos de todo tipo de contenidos referentes al mundo mod… A nuestro mundo… Eran realmente gigantescos en todos los sentidos!! También fueron los que menos distribución tuvieron, solo llegamos a hacer unas veinticinco copias de cada uno… Todo se estaba complicando… El número 13 tuvo que ser el último número hecho a la vieja usanza de los fanzines. Los cambios llegaron a partir de ese momento. Nuevas ideas, nuevas fronteras, nuevas formas de hacer las cosas.
De 1992 a 1993, los cambios se van sucediendo. Fernando y Tomás dejan el fanzine… Cada uno toma un rumbo diferente. No hay malos sentimientos por ninguna de las partes. La vida te va llevando por diferentes calles de pensamiento. El Ecos primigenio había sido una idea mía, la idea de hacer ese sello habia sido mía, la maquetación final siempre era algo mía… Sí, suele pasar que, en el fondo, los fanzines son pasiones de una sola persona.
Durante un tiempo no supe qué hacer… ¿Quería dejar de hacer el fanzine y dedicar mi tiempo a otra cosa? ¿Ya no me divertía todo aquello? ¿Había dejado de considerarme un mod? Por unos momentos pensé en abandonarlo todo, o en hacer solo hojas informativas que, durante todos los años anteriores, también habían formado parte del contacto con los amigos y lectores. Nombres de hojas info como Haciendo surf en vuestra mente o El club de La Ballena Blanca y más recientes como Alrededor de nuestro mundo o la última; Plonk!.
Durante este tiempo de espera y decisión, yo no había dejado de escribir o de mantener el contacto con otros mods… pero el tiempo nunca fue muy importante en nuestra manera de ver las cosas. Ni el tiempo ni el vil dinero…
El método de conseguir un Ecos de Sociedad siempre había sido el intercambio de material… una foto, una cinta, un escrito, un dibujo… cualquier cosa antes que dinero. Fue entonces cuando mis pensamientos me llevaron a hacer una investigación sobre los primeros fanzines… ¿Cómo habían surgido? ¿Por qué? ¿Cuales eran las razones e influencias? ¿La tecnología iba a poder con la pulsión humana?
Así surgió la idea de los fanzines personalizados e interactivos. Un solo ejemplar para una sola persona… Otro fanzine, un grupo, un posible lector, un pálpito, un instinto… Una especie de búsqueda de la elegancia. Así surgió el nombre de La Vieja Ola. Nombre de reminiscencias de lo más cinéfilas y mitómanas. La Vieja Ola de La Nueva Ola… La vuelta al origen de los fanzines. Hacer las cosas por amor al arte y sin afán de lucro.
El primer fanzine de este nuevo estilo salió en 1997 y se fue a Barcelona, ciudad con la que el Ecos siempre tuvo un mayor contacto con sus mods… y hasta hoy.
Estoy seguro de que esta historia no está completa, no solo por todos los años y todos los fanzines que están por delante, sino por todos los que alguna vez han escrito al apartado del Ecos… todos los lectores, amigos y colaboradores, todos los enemigos y críticos, todos los mods de España de ahora y de antes… En el fondo, esta historia incluida en esta web es también un homenaje a todos ellos. A todos los mods que dejaron de serlo, a todos los mods de las nuevas generaciones, y a todos los que se interesan por este movimiento cultural que forma parte de mi vida. Siempre habrá un hueco para todos ellos en esta web, la web del Ecos de Sociedad, modzine de Tenerife para todos los amantes de la buena música, buen gusto y la elegancia. Sobre todo y mucho más podrás leer en todas estas secciones.
Saludos Modernistas!!
Javier Morales, editor del Ecos desde 1984